Bitácora de Psique

Los juegos de rol, un laboratorio para la personalidad

Los juegos de rol (R. P. G., por sus siglas en inglés) son una fascinante combinación de narrativa, colaboración e interpretación que han ganado mucha visibilidad en la actualidad.

Son en esencia, la combinación de elementos de narración, estrategia y azar, permitiendo a las y los jugadores explorar mundos imaginarios, enfrentar desafíos y construir complejas historias que pueden variar desde simples aventuras de fantasía, cuentos y leyendas populares, hasta complejas simulaciones en mundos futuristas; la clave radica en la colaboración, la creatividad y la inmersión dentro de una narrativa viva que quienes participan, van construyendo de forma conjunta y dinámica.

Para entender realmente su impacto y valor, consideremos para comenzar, tanto la complejidad de la personalidad humana, como el papel que el juego tiene en el desarrollo y bienestar tanto de niños como de adultos.

La complejidad de la personalidad humana

La personalidad humana es por naturaleza, compleja en extremo y multifacética; cada individuo puede ser visto como un poliedro con múltiples caras, cada una representando un aspecto diferente de su ser, con intereses varios, recursos distintos, y etcétera. Este concepto de “personalidad poliédrica”, implica que nuestras conductas y respuestas hacia la vida cotidiana, variarán ampliamente dependiendo de cada circunstancia y de nuestras experiencias en la vida.

La clave radica en que, mientras más diversas sean nuestras experiencias, más aprenderemos acerca de quienes somos, y más diversas igualmente, serán las facetas de nuestra personalidad poliédrica, lo que hará de nos, personas más adaptables y flexibles frente a los cambios de la vida.

Tomemos como ejemplo una situación común, como jugar un juego de mesa: el Monopolio. Una persona normalmente tranquila y afable puede transformarse en alguien competitivo y agresivo durante el juego. Este cambio repentino revela una faceta de su personalidad que quizás ni ella misma conocía; en situaciones estresantes, críticas o de emergencia, las personas a menudo desarrollamos facetas inesperadas para sobrevivir y salir adelante. Esta adaptabilidad es un reflejo de la complejidad y la riqueza de la experiencia humana.

La importancia del juego en el desarrollo humano

El juego es una actividad fundamental para todos los animales, incluidos los humanos. Desde cachorros hasta adultos, el juego es una forma natural de aprendizaje para la adquisición y desarrollo de habilidades. Los humanos no somos la excepción: el juego nos es crucial tanto para nuestro desarrollo infantil temprano, como para el bienestar emocional en la adultez. A través del juego, descubrimos nuevos aspectos del mundo, desarrollamos habilidades sociales, y exploramos diferentes aspectos de nuestra personalidad.

Pero por supuesto, el juego además pretende ser lúdico y entretenido, permitiendo la dispersión y el desenfoque necesarios para cualquier proceso creativo que facilitará esos momentos “eureka” con los que encontramos soluciones inovadoras a problemas complejos. El juego es divertido y promueve la creatividad, la flexibilidad cognitiva (y física en muchas ocasiones), y la imaginación, habilidades muy esenciales para la adaptabilidad y la resiliencia en la vida diaria.

Un arte narrativo, colaborativo e inmersivo

Los juegos de rol son una forma única de juego, que combina aspectos narrativos, literarios e interpretativos. En estos juegos, el lenguaje es la interfaz principal, y quienes participan, colaboran para articular una narración, tan interesante y compleja, como la mejor película que haya pasado por cartelera. Esta colaboración es fundamental, porque a diferencia de otros juegos competitivos, los juegos de rol son inherentemente cooperativos, colaborativos, donde se gana cuando se consigue un buen desarrollo para la historia que están contando.

Si la historia va siendo cautivadora, emocionante, épica y memorable, todos los y las jugadoras, ganan en conjunto.

Un juego de rol típico se desarrolla en un espacio seguro y respetuoso, donde quienes participan, se sienten libres para expresarse y contribuir con sus ideas y diálogos a la historia. Este ambiente seguro es crucial para fomentar la libre expresión de la creatividad y un involucramiento tal con la historia que se esta contando, que se logra la inmersión en primera persona, a través del personaje como vínculo.

Y es que cada participante, previamente al juego, ha elaborado un personaje a su gusto, para que le represente dentro de la narrativa del juego; acaso un valiente paladín, una ingeniosa ladrona o un hechicero misterioso, un vampiro, una mujer lobo, o cualquier alternativa dentro de un inagotable etcétera.

Detengámonos a considerar que el cerebro humano no distingue entre lo que experimenta en la realidad y lo que imagina, por lo que las experiencias narrativas de los juegos de rol, pueden tener un impacto profundo en la variedad de conexiones sinápticas que realice a lo largo de una partida de rol, donde las experiencias narrativas van a generar un correspondiente aprendizaje significativo y una multiplicidad de nuevas interconecciones sinápticas.

El cerebro no distingue una realidad narrativa de la realidad verdadera; pero la mente, si lo hace perfectamente, y porque sabe que esta es una simulación, es que esto adquiere los beneficios de un juego.

La realidad narrativa y el aprendizaje en los juegos de rol

La construcción de una realidad ficticia, permite a los y las jugadoras experimentar y aprender de maneras únicas, a partir de experiencias que de cotidiano, no enfrentarían. Los aprendizajes adquiridos en estas narrativas se incorporan al autoconcepto y la identidad de los jugadores, enriqueciendo su repertorio de respuestas posibles para la vida diaria. Aunque los juegos de rol son “solo un juego”, su impacto en el desarrollo personal y social es significativo.

Los juegos de rol también fomentan la empatía y la comprensión. Al participar en la construcción de una narrativa que gradualmente se va complejizando, para jugar es necesrario expresar lo que se piensa, escuchar lo que otras personas dicen, tener disposición a entender y llegar a acuerdos, y finalmente, a asumir roles como liderazgos, mentoraje o sacrificio, entre muchas posibilidades, en beneficio del grupo que enfrenta las distintas circunstancias narrativas dentro del juego.

Recordemos que cada jugador y jugadora, estan inmersos dentro de la narrativa, en primera persona, a través de los personajes que se han diseñado; hablan en primera persona de lo que su personaje hace, expresan lo que dicen en priomera persona, y se se dirigen entre si hablando no al jufgador de a lado, sino a su personaje. Así se va entrelazando la narración de una aventura.

Esta capacidad para ver el mundo desde múltiples puntos de vista es una habilidad valiosa tanto en la vida personal como profesional, que encuentra en los juegos de rol, un enriquecedor laboratorio para desarrollarla.

Inclusión y diversidad en los juegos de rol

Un juego de rol típico se desarrolla en un espacio seguro y respetuoso, lo que les convierte potencialmente en una plataforma para la inclusión y la diversidad.

Al permitir que quienes participan, asuman diferentes identidades y roles, se puede, desde desafiar los estereotipos y tabúes sociales para promover una mayor comprensión y aceptación de las diversidad, hasta permitirse participar desde un personaje que exprese abiertamente, libremente, quien el jugador o jugadora o jugadore, efectivamente quiere ser, de modo que se puede permitir explorar nuevas identidades para emerger del juego narrativo, con una propuesta más definida del tipo de persona en la vida real, que efectivamente se quiere ser.

Por esto es tan importante que los espacios de juego sean seguros y respetuosos, y que quienes juegan al rol, tengan el compromiso a crear narrativas inclusivas y equitativas. Sin embargo, para garantizar todavía más este contrato, es común encontrar mesas de rol donde solamente participan personas del colectivo LGBTTIP+, o mesas de rol solamente de mujeres; propuestas que no solamente generan un entorno de mayor confianza, sino que construyen narrativas que suelen ser sanadoras e incluso terapéuticas, frente a la discriminación y violencioa de género que puede experimentarse en la vida real.

¿Es necesario dedicar algunas líneas al potencial terapéutico que tiene el juego?, tal vez baste con traer a la memoria modelos psicoterapéuticos como, propiamente, la terapia de juego.

Conclusión

Los juegos de rol son mucho más que una actividad recreativa: son una forma de arte narrativo que refleja la complejidad y riqueza de la experiencia humana.

Al proporcionar un espacio seguro y colaborativo para la exploración y el aprendizaje, estos juegos permiten a las y los jugadores desarrollar habilidades críticas, enriquecer su personalidad y conectarse con los demás de maneras profundas y significativas.

En un mundo donde la creatividad, la adaptabilidad y la empatía son más importantes que nunca, los juegos de rol ofrecen una herramienta valiosa para el desarrollo personal y social. Ya sea como una forma de escapismo, una herramienta educativa o un medio terapéutico, los juegos de rol tienen el potencial de transformar vidas y comunidades, promoviendo un mayor entendimiento y aprecio por la diversidad y la complejidad de la experiencia humana.

Por lo tanto, es crucial buscar, reconocer y valorar lo que los juegos de rol pueden aportar a nuestra cultura y nuestras vidas: al fomentar la creatividad, la colaboración y la empatía, estos juegos nos ayudan a navegar los desafíos con mayor resiliencia y flexibilidad, a tejer tribu, y a construir un mundo más inclusivo y comprensivo.

Te invito a hacerle play al video para profundizar más en estos temas, si te apetece, y no dudes en dejar tus comentarios o preguntas en el video o aquí mos, debajo de las líneas de esta publicación.

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