Tips terapéuticos

El poder de la psicoterapia narrativa

En el ámbito de la psicología de la salud, las narrativas juegan un papel crucial en la comprensión y el tratamiento de enfermedades, es una herramienta fundamental a través de la que las personas pueden organizar y dar sentido a sus experiencias de vida. En este contexto, las narrativas son historias que permiten a quienes asisten a cosnulta expresar sus sentimientos, miedos y esperanzas, lo que a menudo conduce a una mejor comprensión y manejo de su salud.

¿Qué es una narrativa?

Desde la terapia narrativa, una “narrativa” se define como la historia o conjunto de historias que una persona construye acerca de su vida: son interpretaciones personales de los eventos, experiencias y relaciones que moldean nuestra identidad. En otras palabras, las narrativas son los relatos que creamos para dar sentido a nuestras vidas, a nuestras experiencias y al lugar que ocupamos en el mundo.

Las narrativas no solo reflejan quiénes somos, sino influyen también en cómo percibimos y respondemos a nuestras vidas. Estas narrativas pueden ser explícitas, como las historias que contamos a otros sobre nosotras o nosotros mismos, o implícitas, manifiestas en nuestras creencias y valores (o prejuicios).

Algunas claves de cualquier narrativa, son:

  • Construcción de significado: las narrativas nos ayudan a construir significado a partir de nuestras experiencias. A través de la narración, damos forma a nuestros recuerdos y les asignamos valor, lo que influye en cómo entendemos lo que somos.
  • Identidad dinámica: la identidad no es fija, sino que es un proceso en evolución. Nuestras narrativas cambian con el tiempo, influenciadas por nuevas experiencias, reflexiones y muestra interacción con otras personas.
  • Reescritura: uno de los objetivos de la terapia narrativa es reescribir las historias que nos contamos acerca de lo que somos, lo que nos pasa y cuanto nos rodea, especialmente aquellas historias que son limitantes o problemáticas. Reescribir estas narrativas puede ayudar a cambiar la forma en que nos vemos y cómo enfrentamos los desafíos.
  • Contextualización: las narrativas están enmarcadas dentro de contextos más amplios, como culturales, familiares y sociales. Entender estos contextos de manera sistémica, nos ayuda a ver cómo nuestras historias se entrelazan con las de otras personas y con el entorno que nos rodea.
  • Poder y autonomía: las narrativas no son relatos pasivos, sino que crecen y se combinan, canbian y evolucionan, y tienen el poder de influir en nuestras acciones y decisiones. Al tomar conciencia de las historias que nos contamos, y qiuzá también trabajar para cambiarlas, podemos aumentar nuestra autonomía, el control sobre nuestra vida y experimentar más satisfacción con lo que experimentamos día a día.

Con estas características, salta a la vista que las narrativas en el contexto terapéutico, tienen utilidad como herramienta para procesar mejor las emociones, dado que contar nuestras historias nos ayuda a identificar y procesar emociones difíciles: al poner en palabras nuestras experiencias, tenemos acceso a la estructura de traumas y ansiedades, facilitando el proceso de sanación.

Igualmente, trabajar en nuestras narrativas contribuye a reforzar nuestra identidad y recuperar el sentido que quienes vamos siendo o queremos ser.

Trabajando con las narrativas, encontramos que arrastrar el lápiz, lo que se llama la “escritura expresiva”, es una herramienta narrativa que ha demostrado reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional en general. Orgánicamente, escribir sobre experiencias traumáticas puede disminuir la presión arterial y mejorar la función de nuestro sistema inmune, por dar unos ejemplos.

Narrativa y salud mental

Entonces, nuestras narrativas no solo afectan la salud física al convertirse en nuestra realidad simbólica que afecta al cuerpo y su funcionamiento, sino que también juega un papel crucial en la salud mental. La terapia narrativa es una modalidad terapéutica que se centra en ayudar a las personas a reinterpretar esas historias que se cuentan de vida, de manera que promuevan el crecimiento post traumático y el cambio positivo.

  • Narrar y re – narrar: en la terapia narrativa, las personas trabajan en reescribir sus historias negativas sobre sí mismas. Esta reescritura puede llevar a una mayor autoaceptación y autoestima.
  • Distanciamiento de problemas: al externalizar los problemas y verlos como entidades separadas de ellas mismas, las personas en terapia pueden encontrar nuevas formas de enfrentarse a sus desafíos.
  • Fortalecimiento del empoderamiento: la terapia narrativa empodera a los pacientes al reconocer y celebrar sus habilidades y recursos internos.

Ejemplos de narrativa en la psicoterapia

Historias de Supervivencia: las narrativas de supervivientes de cáncer o enfermedades crónicas sirven como poderosas herramientas de motivación y esperanza para otros pacientes. Estas historias demuestran que la recuperación y la resiliencia son posibles, lo que puede ser increíblemente alentador para quienes enfrentan diagnósticos difíciles.

Testimonios en Terapia de Grupo: en entornos de terapia de grupo, compartir historias personales puede crear un sentido de comunidad y pertenencia. Los pacientes pueden encontrar consuelo en saber que no están solos en sus luchas y pueden aprender de las experiencias de los demás.

Narrativas de Duelo: contar la historia de la pérdida de un ser querido puede ser una parte crucial del proceso de duelo. Al compartir sus sentimientos y recuerdos, los dolientes pueden encontrar consuelo y apoyo, lo que facilita el proceso de sanación.

Conclusión

En el entrelazamiento de las historias que nos contamos, descubrimos un campo fértil donde la narrativa es un puente entre la realidad y nuestra existencia subjetiva. Desde los albores de la humanidad, las historias han servido no solo como medios de comunicación, sino como herramientas de introspección y comprensión del ser. La capacidad de la narrativa para influir en la forma en que percibimos nuestro entorno y a quienes vamos siendo, es un testimonio de su profundo impacto en nuestra psicología.

Al reflexionar filosóficamente sobre la narrativa, podemos considerar que cada historia que construimos y compartimos actúa como un microcosmos de nuestra experiencia humana. Las narrativas no son meros relatos; son las lentes con las que interpretamos el mundo. En la psicoterapia, la narrativa nos permite explorar la identidad, la moralidad y el significado de nuestra existencia, proporcionando un marco para comprender las complejidades de la vida y el yo.

El acto de narrar es, en sí mismo, un acto de creación.

Cada relato, ya sea consciente o inconsciente, revela las estructuras subyacentes de nuestros pensamientos y sentimientos; a través de la narrativa hecha consciente, damos forma a lo que experimentamos, transformando la realidad caótica en un tapiz coherente de significado y propósito. Esta transformación no solo facilita la comunicación y el entendimiento mutuo, sino que sirve como un espejo donde se reflejan nuestras aspiraciones, temores y valores.

En última instancia, creamos narrativas como una manifestación del constante deseo de darle orden y sentido a nuestro inagotable flujo de experiencias; por eso, revisando nuestras historias, la terapia narrativa nos invita a explorar no solo lo que somos, sino lo que podríamos llegar a ser si nos contamos mejores historias que hagan germinar caminos.

Al abrazar nuestras historias y reconocer el poder transformador de la narrativa, nos embarcamos en un viaje de autoexploración y autocomprensión, de deconstrucción y reconstrucción; en este viaje, cada historia se convierte en un reflejo de nuestra búsqueda incesante de significados, una búsqueda que es tan infinita y profunda como la propia condición humana.

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