Vida Estratégica

El A, B, C de los propósitos de año nuevo

Desde tiempos inmemoriales, hombres y mujeres hemos celebrado las fechas decembrinas como un símbolo de algo que acaba y de algo nuevo que inicia; todavía antes de que diciembre fuese el décimo mes del calendario romano y recibiera por eso el nombre con el que hoy le identificamos, ya había fuegos que ardían para llevarse lo viejo y rituales de renovación, desprendimiento y esperanza que le daban forma a lo que estaría por venir. Por eso entre las tradiciones occidentales, todavía mantenemos la costumbre de formularnos propósitos para el año que sigue, para renovarnos y dejar atrás viejos aspectos de lo que no nos gustaba de nosotros mismos; es el modo en que hacemos frente a los primeros momentos del porvenir y nos comprometemos a ser mejores seres humanos. 

Si bien los propósitos de año nuevo suelen englobarse en los temas de salud, relaciones interpersonales y finanzas, pueden volverse objeto de frustración para quienes se lo toman en serio, pero no planean adecuadamente sus objetivos. Recuerda que el primer paso para alcanzar cualquier meta, siempre será el describirla adecuadamente: los propósitos inalcanzables son el camino más corto hacia la frustración. Cuando pienses tus propósitos para el 2012, date tiempo para escribirlos en un sitio visible: una agenda que efectivamente vayas a utilizar, un pizarrón o de perdida como notitas sobre el refri. Ten mucho cuidado de ser el o la protagonista central de esos objetivos, no se vale decir: “este año lograré que Martha baje de peso” o “ahora si convenceré a Felipe de que se case conmigo”, metas así no están completamente en tus manos, no las vuelvas tu proyecto personal 2012.

¿En verdad lo que te has propuesto es algo que tiene sentido para ti, o es algo que otros te presionan para que hagas?; un objetivo que es legítimamente tuyo, va a generarte mayor motivación para alcanzarlo. Visualiza cambios pequeños o moderados, piensa que cualquier cambio que hagas traerá consigo otros cambios; en todo caso, cuando alcanzas un objetivo, puedes elegir o no llevarlo a un nivel más alto. 

Por eso, ¿qué tal si en lugar de exigirte dejar de fumar, dejas nada más de hacerlo en la casa, o solamente echarte un cigarrito después de las comidas?, si funciona podrías pensar en no fumar en el auto también, o echarte el cigarrito solo después de la comida; tal vez en lugar de tratar de ir al gym diario, baste con que vayas dos o tres veces por semana para empezar, ya después quizá decidas ir un día extra. Ten presente que las personas cambiamos a partir de procesos, pocas veces hacemos algo de la noche a la mañana, y los propósitos de año nuevo no son la excepción.
Busca cómplices, eso realmente funciona. Para cada propósito que quieras cumplir, piensa en alguien a quien puedas involucrar: un amigo, tu hermana o tu pareja. Platícale qué propósito tienes y haz una apuesta con él o con ella, o invítale a inscribirse contigo a esa actividad que te interesa, o pregúntale si le gustaría hacer contigo ese viaje que planeas.
Dale continuidad a los cambios que lograste el año pasado: has memoria y ubica qué cambiaste en el 2011, una vez que identifiques cambios pequeños en ese año, llévalos a un nivel más alto en el 2012. Describe tus propósitos de una manera medible y cuantificable, no basta decir “dejaré de fumar”: si antes fumabas 15 cigarrillos por día, proponte solamente fumar 5; no digas “haré ejercicio”, en lugar de eso prográmate a 3 días de gym, etcétera. Y no te olvides de visualizar cómo, dónde y con quién vas a celebrar haber alcanzado cada uno de tus objetivos; eso hará que te emocione más lograr tus metas.
En conclusión, idea tus propósitos de un modo alcanzable y con objetivos que estén enteramente en tus manos, piensa en cambios pequeños o moderados y escríbelos; después compártelos y busca cómplices, esfuérzate lo necesario, pero con paciencia, y celebra con alguien cada vez que alcances alguno. Cada vez que cumplas tus objetivos te sentirás más a gusto contigo, no solamente porque te vuelvas mejor persona, sino porque tendrás evidencias de que puedes lograr las cosas que te propones.
Una psicoterapia de enfoque humanista y sistémico, diverso y sensible al género: T+C
Standard

4 thoughts on “El A, B, C de los propósitos de año nuevo

Responder a David del Bass Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *