Vida Estratégica

Tu vida, y el principio del 80/20

Hay a quienes se les da muy bien involucrarse en proyectos nuevos, y hay también personas a las que no tanto. Escolares, profesionales, altruistas… y especialmente las primeras semanas de enero resultan popularmente propicias para plantearse nuevos proyectos.

La fiebre del año nuevo.

Pero plantearse proyectos como así, nada más, no es suficiente. Sin una #estrategia o plan para alcanzar lo proyectado, lo único que estamos cultivando es una creciente frustración, y un mal aprendizaje de que somos incapaces de alcanzar lo que nos proponemos.

Por eso, si bien es excelente idea plantearse propósitos de Año Nuevo, lo mejor es meterle coco, lápiz y papel para que funcionen:

¿Qué es lo que quieres?

  • Define tu propósito en un solo enunciado, simple y sin ambigüedades, algo que esté en tus manos y dependa de ti, sobre todo. No se vale declarar “que mi novio deje de fumar”, por ejemplo, porque eso no depende de ti.
  • ¿Para cuándo lo quieres? No te regales todo el año persiguiendo tu meta, ponle un dead line… una fecha de término. De preferencia un momento del año que sea especialmente significativo, ¿que tal antes de tu cumpleaños?, o para las vacaciones de verano.
  • ¿Cómo dividirías tu meta? Lo que implique alcanzar tu meta no es un todo indisoluble, sino que puedes dividir en cachitos tu objetivo para hacerlo más alcanzable y mantener vigente tu motivación: si quieres bajar 10 kilos para verano, puedes bajar 2 kilos por mes, y conforme lo vayas consiguiendo, va a incrementarse progresivamente tu motivación.
  • ¿Cómo vas a celebrar haberlo logrado? Parte de tu estrategia es definir previamente cómo vas a festejar tus logros, tanto los logros finales como los parciales: quizá te compres algo padrísimo cada vez que bajes esos 2 kilos, o puede que ya hayas comprado ese vuelo a la playa donde lucirás esos 10 kilos menos.

Anota todo esto en una agenda, en una hoja que pegarás detrás de tu puerta o de menos en el refri. Mantén tu planificación a la vista y ve poniéndole palomitas conforme avanzas.

¿Quieres sentir que avanzas en la vida?, ¿quieres convertirte con el tiempo en la mejor versión de ti?, entonces proponte propósitos… y realmente, no es necesario que sea Año Nuevo para inventarte retos nuevos para transformarte. Porque es un hecho, que vas a continuar transformándote con el tiempo, ¿se te ocurre otra manera de que, entre tanta transformación, sientas cada vez más orgullo y satisfacción de ti?

Claro, esto implica no solo tener proyectos que generen resultados para los demás, sino también… o por sobre todo, inventarte proyectos que causen resultados en ti, para y dentro de ti.

¿Te imaginas hacer de tu propia persona tu principal proyecto?

Ok, ya se que si los resultados tienen absolutamente todo que ver contigo y nadie más los está esperando, no va a haber quién te los vaya a aplaudir, pero no necesitamos que otras personas te anden poniendo la estrellita, ¿correcto?

Tu bastas y hasta sobras para aplaudir esos logros que solamente tienen que ver contigo, diséñate y apropiarte del cambio¡!, se la consecuencia estratégica de tus propios proyectos.

¿Has escuchado acerca del Principio de Pareto? Esa que habla del 80/20… por ejemplo, se dice que tu tienes control de tu vida y lo que acontece en ella prácticamente en un 80%, y que hay cerca de un 20% que se escapa de tu alcance. Acéptalo¡!

Acepta que tienes poder sobre ese 80%, digo.

Esto implica que 8 de cada 10 planes que te inventes, los vas a poder llevar a buen término si te dan ganas y te aplicas. Bastante bueno, ¿no es así? Esto también implica que 2 de cada 10 metidas de pata en tu vida, la neta no tuvieron tanto que ver contigo.

¿Cómo sacarle el máximo provecho a este 80%?

Bueno… todo comienza reconectando con tus necesidades pendientes. Una necesidad es una carencia que hace tiempo que vienes arrastrando, pero a la que puede que ya te hayas acostumbrado. Tambien es algo como un gustito al que le traes desde hace mil años, y que no’mas no te lo has permitido. Para explotar tu 80% transforma esa necesidad insatisfecha o ese gustito rancio en un proyecto, y manos a la obra.

Otra invaluable manera es pregonar tus metas, divúlgalas¡!.

¿Eres de esas personas que no hablan de sus objetivos porque “no vaiga a ser que se te ceben”?, pues bien, compartir tus metas genera una motivación extra que tiene que ver con ser responsable de tu palabra; efectivamente tu gente te va a preguntar de cuando en cuando cómo vas con tu meta, y eso te va a recordar en qué andabas, y va a darle un empujoncito a la motivación que venías manejando.

Una tercera estrategia es hacer un recorrido en retrospectiva de tus pasadas glorias, de cómo las conseguiste y los dilemas que enfrentaste, y luego plantearte: “si fui capaz de lograr aquello, ¿qué de lo que aprendí en esa ocasión puede servirme para alcanzar esto?”. Reflexiona acerca de tu 80% alcanzado para mantener el mismo ritmo de logros.

Permítete fallar, ¿qué tal que las cosas que te salieron mal pertenecen simplemente a ese 20%? Si no logras tus metas tal y como te las imaginaste, vuelve a intentar hasta rebasar la brecha del 20%… esto implica probablemente permitirte ser flexible con tus objetivos: si esperas que tus proyectos se desarrollen absoluta y rotundamente tal y como los imaginaste, no vas a permitir que la vida te sorprenda.

Involucra a otros en tus objetivos, es decir, si tu y un amigo tienen sobrepeso, hagan una apuesta por ver quién de ustedes baja más rápido, o quién baja más en 3 meses, por ejemplo. Si quieres hacer un viaje, checa quién a tu alrededor tendría la disposición de hacer ese viaje contigo… o parte de ese viaje contigo. Las metas saben mucho mejor cuando las compartimos con nuestra gente.

Y finalmente, celebra. Jamás dejes de alcanzar una meta sin celebrar el haberlo hecho. Es real, parte del plan de cómo alcanzar un objetivo, “debiera” contemplar la forma en que vas a celebrarlo, con quiénes vas a celebrarlo y dónde. ¿Que tal una fiesta de ensaladas para celebrar que bajaste 15 kilos?, o una reunión de despedida ahora que te vas un mes a Europa, o un openHouse para inaugurar tu depa nuevo y que cada persona que llegue se traiga una plantita, o una taza… Celebra¡!, y cada vez tendrás más motivación para plantearte nuevas metas y objetivos.

¿A ti, que estrategias se te ocurren para optimizar lnuestro 80%?

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