Revisando las tendencias de Google, encuentro que hay más, muchas más búsquedas acerca de la diferencia entre alguna cosa y otra, que acerca de la relaciones, semejanzas o similitudes.

¿Será que eso es lo que nos viene interesando últimamente?
Las diferencias, lo que nos distancia, lo distintas y distintos que somos de todo cuanto nos rodea.
Identidad es semejanzas y diferencias simultáneamente, es cuanto nos aproxima y lo que nos distancia; pero aparentemente hoy nos hemos divorciado de nuestro prójimo, habiéndole dejado de ver como un reflejo de quienes somos, como una metáfora de nuestra propia experiencia de ser humanos.
Buscamos con mucha ansiedad ser distintos, no ser confundidos con nadie y estar aislados asépticamente en nuestra individualidad.
Por definición, “diferencia” es discriminación; y eso estrictamente no es malo, pero en este caso, debiéramos pensárnoslo.
La diferencia es solitaria, alimenta a la sospecha y proscribe la empatía, o peor aún, a la solidaridad. La diferencia divide a quienes eventualmente serán vencidos.
Ahí te lo dejo, para tu consideración.