Sexualidades disidentes

Homosexualidad: Hoy

Documento de la American Psychiatric Association: Declaración de Posición sobre “Terapias Enfocadas sobre Intentos de Cambiar la Orientación Sexual (Terapias Reparativas o de Conversión)”

marzo, 2000

En Diciembre 1998, se emitió una declaración de posición con respecto a que la American Psychiatric Association (A. P. A.) se opone a cualquier tratamiento psiquiátrico, tal como terapia “reparadora” o de conversión, que se base sobre asumir que la homosexualidad per se es un desorden mental o en el supuesto que el paciente debería cambiar su orientación sexual homosexual (ver Apéndice1).

Con esto la A. P. A. se unió a muchas otras organizaciones profesionales que se oponen o son críticas con las terapias “reparadoras”.

La siguiente Declaración de Postura se explaya y elabora sobre la declaración emitida a fin de dirigirse más a preocupaciones públicas y profesionales sobre terapias dirigidas al cambio de orientación o identidad sexual del paciente. Aumenta la declaración de 1998 más que reemplazarla:

En el pasado, definir a la homosexualidad como una enfermedad atrincheraba el oprobio moral de la sociedad con las relaciones entre el mismo sexo. En el clima social actual, declarar que la homosexualidad es un desorden mental surge de los esfuerzos para desacreditar una creciente aceptación de la homosexualidad como variante normal de la sexualidad humana.

Consecuentemente, la cuestión de cambiar la orientación sexual se ha politizado mucho. La integración de gays y lesbianas al cauce principal de la sociedad Americana encuentra la oposición de aquellos que temen que tal integración esté mal moralmente y sea dañina para la trama social.

Los debates políticos y morales que rodean a este tema han oscurecido la información científica al cuestionar los motivos y hasta el carácter de individuos en ambos lados de la cuestión. Este documento intenta esclarecer en algo este punto candente.

La validez, eficacia y ética de intentos clínicos para cambiar la orientación sexual del individuo han sido desafiadas. A la fecha, no existen estudios de resultado con rigor científico para determinar la eficacia actual o el daño por los tratamientos reparadores.

Hay escasos datos científicos sobre los criterios de selección, riesgos contra beneficios del tratamiento y consecuencias a largo plazo de las terapias reparadoras. La literatura consiste de informes anecdóticos de individuos que sostienen haber cambiado, personas que afirman que intentos de cambios les fueron dañinos, y otros que afirmaron haber cambiado y luego se retractaron de sus afirmaciones.

Con poca información sobre pacientes, no es posible evaluar las teorías que racionalizan la conducta de terapias “reparadoras” o de conversión. En primer lugar, están en desavenencia con la postura científica de la Asociación Americana de Psiquiatría que ha sostenido, desde 1973, que la homosexualidad, en sí misma, no es un desorden mental.

Las teorías de terapistas “reparadores” definen a la homosexualidad como una detención de desarrollo, una severa forma de psicopatología, o alguna combinación de ambas. En años recientes, conocidos practicantes de “terapia reparadora” han integrado abiertamente teorías psicoanalíticas más viejas que patologizan la homosexualidad con creencias religiosas tradicionales que la condenan.

Las primeras críticas científicas de las primeras teorías y creencias religiosas informando terapias “reparadoras” o de conversión, vinieron en primer lugar de parte de investigadores en Sexología. Posteriormente, las críticas también surgieron de fuentes psicoanalíticas. Incluso ha habido un pensamiento religioso en aumento argumentando contra interpretaciones tradicionales, bíblicas, que condenan la homosexualidad y que subyacen en tipos religiosos de terapia “reparadora”.

Recomendaciones:

A. P. A. afirma su posición de 1973 sobre que la homosexualidad per se no es un desorden mental diagnosticable. Esfuerzos recientemente publicitados para repatologizar a la homosexualidad afirmando que puede ser curada, frecuentemente están motivados no por la investigación científica o psiquiátrica rigurosa, sino a veces por fuerzas religiosas y políticas que se oponen a derechos civiles plenos para hombres gay y para lesbianas. Se recomienda responder pronto y apropiadamente como organización científica cuando se emitan afirmaciones que la homosexualidad es “una enfermedad curable”, hechas por grupos políticos o religiosos.

Como principio general, un terapista no debería determinar la meta del tratamiento coercitivamente ni a través de una influencia sutil. Modalidades psicoterapéuticas para convertir o “reparar” la homosexualidad se basan en teorías desarrollistas cuya validez científica es cuestionable. Es más, informes anecdóticos sobre “curas” están equilibrados por afirmaciones anecdóticas sobre daño psicológico. En las últimas cuatro décadas terapeutas “reparadores” no han producido ninguna investigación científica rigurosa para substanciar sus afirmaciones de cura.Hasta tanto no esté disponible tal investigación, A. P. A. recomienda que los practicantes éticos eviten intentar cambiar la orientación sexual de individuos, recordando el dictado médico de “Primero, no dañar” (primun non nocere)

La literatura sobre terapias “reparadoras” usa teorías que hacen que sea difícil formular criterios de selección científica para su modalidad de tratamiento. Esta literatura no solo ignora el impacto del estigma social en la motivación de esfuerzos para curar la homosexualidad, es una literatura que además la estigmatiza activamente.La literatura sobre terapias “reparadoras” también tiende a sobreafirmar los resultados del tratamiento mientras descuida los riesgos potenciales para los pacientes. A. P. A. estimula y apoya la investigación en el NIMH (Instituto de Salud Mental) para que la comunidad de investigación académica determine mejor los riegos de las terapias “reparadoras” en relación a sus beneficios.

Apéndice:

El Consejo de Apoderados de la APA retiraron la homosexualidad del DSM en 1973, después de revisar la evidencia de que no era un desorden mental. En 1987, la homosexualidad egodistónica no estaba incluida en el DSM-III-R después de una revisión similar.

La Asociación Americana de Psiquiatría actualmente no tiene una posición formal de postura sobre tratamientos que intenten cambiar la orientación sexual de las personas, también conocida como terapia reparadora o de conversión.

Hay un comunicado de A. P. A. en 1997 sobre “Temas Homosexuales y Bisexuales”, que afirma que no hay ninguna evidencia científica publicada que sostenga la eficacia de terapia reparadora como tratamiento para cambiar la orientación sexual.

Los riesgos potenciales de la terapia reparadora son grandes, incluyendo estos la depresión, ansiedad y conductas auto-destructivas, ya que la alineación terapista con los prejuicios sociales contra la homosexualidad pueden reforzar el odio contra sí mismo ya experimentado por el paciente.

Muchos pacientes que han pasado por terapia reparadora relatan que se les dijo incorrectamente que los homosexuales son individuos solitarios e infelices que nunca logran aceptación ni satisfacción. La posibilidad de que la persona pueda lograr la felicidad y encontrar relaciones interpersonales satisfactorias como hombre gay o lesbiana no está presentada, ni son discutidos los enfoques alternativos para tratar los efectos de la estigmatización social.

La A. P. A. reconoce que, en el transcurso del tratamiento psiquiátrico, puede haber indicaciones clínicas apropiadas para intentar cambiar conductas sexuales.

La Asociación Americana de Psiquiatría ya ha tomado posturas claras contra la discriminación, el prejuicio y el tratamiento no ético sobre variedad de temas, incluyendo la discriminación basada en la orientación sexual.

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7 thoughts on “Homosexualidad: Hoy

  1. Solo una respuesta: proceso y servicio son determinados por los deseos y necesidades del cliente / paciente. Sin esa consideracion, la cosa de plano no marcha.

  2. Anonymous says:

    Hay de todo en "la vina del senor" hay homosexuales conformes, pero estan los que no desean la homosexualidad por la razon que sea y desean la terapia pues hay que respetarlo. No por eso hay que faltar el respeto a los homosexuales, pero tambien de respetarse a los que desean dejar la homosexualidad. Tengo dudas pues, se ha estado defendiendo los derechos de los Transgeneros junto con los de los homosexuales, creo que una persona asi no es homosexual realmente. En eso no estoy deacuerdo pues si uno nace hombre es hombre o viceversa, cambiar de sexo quirurgicamente no es natural como lo puede ser la orientacion sexual. Por que los incluyen en su asociacion de homosexuales?

  3. Bueno, por supuesto que si alguien desea recurrir por iniciativa propia a este tipo de terapias ni la APA misma va a impedirselo, lo que esta terapia plantea es curar el eroticmo egodistonico, es decir, que la persona este a gusto con su sexualidad, aunque la supúesta cura la plantea desde una conversion del erotismo, lo que es arriesgado.

    La APA no tiene postura a favor de esta terapia, pero no puede tener una en contra, asi que ni recomendada ni condenada queda.

    Es algo que cada qujien decide libremente, como tu mismo comentas.

    Respecto a la libertad de expresion y tolerancia, por supuesto; podre no estar de acuerdo con lo que dices, pero defendere tu derecho a decirlo… en tanto que ese dicho no exprese juicios morales y parciales que a su vez exacerben la intolerancia social hacia el sector al que yo mismo pertenezco. Todo es parte del debate que a la postre forja las culturas.

    Saludos.

    Hp.

  4. De la Wikipedia: La American Psychiatric Association, o APA, por sus siglas en inglés, es la principal organización de profesionales de la psiquiatría en los Estados Unidos, y la más influyente a nivel mundial. Se compone de unos 148.000 miembros, la mayoría estadounidenses, aunque también existen miembros de otras muchas nacionalidades. Publica diversos revistas y panfletos, así como el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), también conocido como DSM, considerado hoy en día como el texto básico para el diagnóstico y la categorización de trastornos mentales.

  5. En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) extrajo la homosexualidad del "Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders" (DSM), que es el manual empleado por los profesionales de la salud mental para llevar a cabo sus diagnósticos clínicos, y urgió además a rechazar toda legislación discriminatoria contra gays y lesbianas. La acción vino motivada por una exhaustiva revisión científica de los trabajos de investigación que hasta esa fecha se habían realizado.

    Entre los trabajos más llamativos destaca el de Alfred Kinsey, que realizó en su citado Informe Kinsey la primera encuesta masiva sobre sexualidad en Estados Unidos. Su estudio reveló que la homosexualidad era un comportamiento mucho menos raro de lo que se creía y contribuyó a sacar a la luz a un aspecto desconocido de la sociedad.

    Éste sólo fue el primer paso de un lento proceso de cambio que tardaría en llegar al resto del mundo, pues hubo que esperar aún dos décadas, hasta 1990, para que la Organización Mundial de la Salud (OMS), retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.

    Por esta razón en diciembre del año 1998 la American Psychiatric Association (APA) declaró estar en oposición a cualquier tratamiento psiquiátrico o psicológico, tal como terapias “reparadoras” o de conversión, que asuman la homosexualidad como un desorden mental bajo el supuesto de que el paciente debería cambiar su orientación sexual homoerótica. Con esto la APA se unió a muchas otras organizaciones profesionales que se oponen o son críticas a las terapias “reparadoras”.

  6. Anonymous says:

    Me gustaría únicamente puntulizar dos aspectos(aunque siendo comparativo con las fechas, me acabo de dar cuenta que es un poco tarde).

    1)El contexto social siempre ha sido de vital importancia para el desarrollo y modificación de cualquier instancia o curso que influya en el comportamiento humano. Los ejemplos más claros van desde corrientes tan ejecutivas como el conductismo y sus modificaciones sufridas ante el desarrollo de la industralización europea; pasando por las modificaciones significativas en las pulsiones de vida y muerte desde el psicoanalisis Freudiano después de las guerras mundiales; llegando a 1950 un grupo de personas decìde ajustar una terapía a las necesidades de las aseguradoras americanas proponiendo un enfoque dinámico de la patología o simplemente eliminandola.
    Hablando específicamente de los cambios sufridos en el DSM por la APA, la presión social ejercida por ciertos grupos organizados fueron determinantes, además de los problemas organizacionales que estaba sufriendo la instancia. La volatidad social que sufría Estados Unidos fue indispensable para que un gran número de minorías, aunque no existieran objetivos en común, hicieran un frente para iniciar fuertes cambios en las estructuras americanas, tanto públicas como privadas, los movimientos debían ser masivos. Este ejercicio va dando resultado y el gobierno inicia cambios desde sus posturas internacionales e internas evitando posturas exclusivas y con tintes racistas. Revistas como "Vanguard" en 1966 es el resultado de la primera asociación gay y transgenero de los Estados Unidos y un triunfo para la trangresión social. Mi primer punto de reflexión es: La representación de la APA en algunos países, específicamente en Latinoamerica va de la mano con posturas muy ortodoxas del psicoanalisis que según sus postulados de patología la homosexualidad es una neurosis no bien elaborada, problemas de identificación o introyección de imagenes paternas y ciertos escritos la abordan desde la psicosis. Los cambios que se tomaron en el DSM, ¿Fueron gracias a la presión social y lo complejo del entorno Americano? ¿Por la competencia de la comunidad europea medica y los antecesores del CIE? ¿O por auténtica convicción de los médicos ante su desacuerdo con la homosexualidad como patológia?

    2) Este punto viene desde la obligación que tenemos como terapéutas para enfocarnos en la necesidad del cliente y no en una problemática no especificada por él. Es verdad que en ciertas ocasiones nuestras construcciones mentales o esquemas sociales influyen en la determinación del motivo de consulta, pero es indispensable saber en donde empieza la postura de terapetua brindador de un servicio por el cual se cobra, y en donde se acaba las posturas individuales sobre las percepciones propias que inevitablemente van influir en la relación terapéutica, pero de manera mas sutíl y no consciente. Un ejemplo que me gustaría citar es cuando llega una persona con un cirujano plástico y le dice que quiere una mutilación corporal del dedo meñique como rito religioso; el doctor, ¿Qué hace? ¿Accede a la petición?, aunque debería ya que es un servicio que él brinda y tiene las capacidades para hacerlo ¿o sus constructos mentales y su "deber ser" evita llevar acabo este servicio? El trabajo del psicologo debe tener los mismos límites y percepciones, aunque es importante acotar que la conducta humana puede tener cualquier respuesta ante el mismo estímulo, pero si el paciente en su motivo de consulta es dejar su homosexualidad, lo ideal es respetar su derecho como consumidor y merecedor de un servicio, dejar a un lado los constructos sociales y los tintes libres que debería tener un terapeuta. La pregunta con el objetivo de llevar a una reflexción es: ¿Que tanto es el motivo de consulta del paciente y que tanto son las exigencias que tenemos los terapeutas ante el proceso y servicio que se viene a buscar?

    Saludos.

    Mtro. H.Francisco Gleason
    franco.gleason@gmail.com

  7. Anonymous says:

    Bueno entonces.. que opina usted de las ultimas declaraciònes que ha hecho la APA misma y las modificaciones en torno al tema de la homosexualidad…

    La ultima declaración de la APA en este rubro fue hecha en 1997; sin embargo ha habido declaraciones mas recientes como la hecha en el 2006 por el presidente de dicha organización en la que dijo “El APA no tiene desacuerdo alguno con la terapia hacia la atracción al mismo sexo no deseada” 3

    Y puntualizó:

    1. La decisición de entrar a terapia para disminuir la atracción homosexual no deseada debe ser respetada
    2. La decisión de entrar a terapia debe ser completamente voluntaria y de ninguna forma coercitiva.
    3. Las opciones del tratamiento deben ser discutidas con el terapeuta
    4. Las metas de la terapia deben ser mutuamente acordadas entre terapeuta y paciente.
    5. El proceso iterativo debe ser parte de la terapia. El cual es, la elección y decisión del cliente deben ser siempre respetados durante todo el proceso terapéutico.

    Declaración del presidente de la APA en el 2006, Dr. Gerald Koocher acerca de la terapia hacia la homosexualidad no deseada. Declaración que no ha sido refutado por ninguno de los presidentes subsecuentes de la APA.

    En Marzo de 2008 el APA publicó una nueva versión del Folleto: Preguntas a tus interrogantes para un mejor entendimiento de la Orientación Sexual y Homosexualidad”

    Estos folleto son delineados por el Comité de Asuntos Lésbicos, Gay y Bisexuales de la APA. En esta nueva edición hay un mayor reflejo de un interés meramente científico y con cuidado ético psicológico.

    En la edición anterior de este folleto se describia:

    "Hay una considerable y reciente evidencia que sugiere que la biología, incluyendo la genética o factores hormonales de nacimiento, juegan un papel significativo en el rol de la orientación sexual de la persona”

    Pero en la edición actual de 2008, la declaración anterior fue omitida y cambiada por la siguiente:

    " No hay un consenso entre los científicos acerca de las razones exactas por las que una persona desarrolla una orientación sexual. Aunque ha habido mucha investigación examinando las posibles causas genéticas, hormonales, sociales y culturales. No ha habido evidencia que permite concluir que la orientación sexual sea determinada por un solo factor. Muchos aseguran que es una compleja combinación de ambos ( biológicos y sociales )”

    A la pregunta: ¿Qué hay acerca de las terapias que buscan cambiar la orientación sexual de homosexual a heterosexual?

    El folleto en ningún momento menciona que sea una terapia dañina o con efectos malos para la persona y enfatiza al final: “Las organizaciones de la salud mental llama a sus miembros a respetar el derecho de decisión y determinación de cada paciente”

    Aclaro.. yo soy gay y estoy interesado en un debate meramente científico del tema, digo si nosotros pedimos tolerancia y diversidad.. pq no dar tolerancia y diversidad a quien piensa distinto a nosotros o a quien no quiere ser gay…. no fue algo que elegimos..

    Dr. Jacobo Slim

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