Inteligencia Emocional

¿Porqué es importante ser felices?

La primera vez que consideré estudiar psicología, yo creía que serviría para ayudar a las personas a ser felices. Después, simplemente me gustaba la psicología porque me explicaba un poco del cómo funcionábamos las personas.

Luego volví a conectar con el concepto aquél de la felicidad, y me acordé de lo lindo que sería eso de ayudar a la gente a ser feliz, y entonces quise hacerme psicoterapeuta.

Llevo pues, tantito más de 15 años dedicándome a la psicoterapia, y si he de confesarles algo, es que jamás nadie ha buscado mis servicios con el objetivo explícito de ser feliz.

¿Y luego, entonces?

Pues que parece que he tenido que irle vendiendo a la gente la perversa idea de que es mejor caminar hacia la felicidad, que tratar de huir de la depresión o de la ansiedad… con relativo éxito en mi labor de venta.

¿Te cae, que es más efectivo ir por la felicidad que pelearte contra la ansiedad? …así es, y te explicaré porqué.

Te desafío a no pensar en un oso pardo.

Ya sabes, un gran oso que hace acrobacias sobre una pelota de colores, mientras la bola rueda sin ella poncharse ni el úrsido animal caerse al suelo. Te desafío a no pensar en el oso con su chaquetita roja como si fuera un ser humano, y un sombrerito marroquí con una borla dorada colgándole de un estambre. No, no pienses en un oso pardo. ¿Lo lograste?

Aparentemente, una idea más eficiente para que alguien no piense en el mentado oso, es ponerle un video de gatitos, llevarle a por un helado, o platicar de cómo ha ido su día. Lo mismo sucede en la práctica con los estados emocionales negativos como la depresión o la ansiedad: enfocarnos en dejar de tener los pensamientos tóxicos que alimentan las emociones ¿negativas? no provoca otra cosa que más pensamientos tóxicos; por eso, verdaderamente es una mejor estrategia identificar que estados emocionales si queremos alimentar, e ir a por ellos.

¿Qué estados emocionales quieres efectivamente alimentar?, ¿qué tal la felicidad? …solo digo.

Entonces descubro que mucha gente mira con suspicacia la felicidad, ya sea por la mala prensa que se le ha hecho debido a los gurús de la superación personal, o porque la gente no cree en su propia capacidad para hacerse felices.

Desesperanza Aprendida. f. Dícese de la creencia que algunas personas sostienen sobre que esforzándose o no, echándole ganas o no, de todos modos la vida eventualmente les va a acomodar una patada en el trasero. Debido a esta creencia, las personas dejan de intentar salir del atolladero en el que se sienten, porque no les hace sentido gastar energías para finalmente no obtener ningún resultado.

Una preocupantemente elevada cantidad de personas, no cree en ser capaz de construir su propia felicidad porque no le encuentran sentido al esfuerzo… y esta es la razón por la que la depresión, las adicciones y el suicidio son un serio problema de salud pública que afecta a nuestra sociedad occidental (-izada).

¿Porqué es importante ser felices? ¿Sería porque está de moda, o nada más porque tu psicólogo o pseudo – gurú de cabecera pretenden vendértela como un producto de primera necesidad?

Pues fíjate que ni remotamente va por ahí la cosa.

Según Richard Wiseman, que en el apellido lleva la sabiduría, la felicidad tiene por efecto volvernos más sociables y altruistas, incrementa lo mucho que nos gustamos y lo mucho que nos gustan las y los demás, mejora nuestra habilidad para resolver conflictos o superar las adversidades, y fisiológicamente, fortalece nuestros sistemas inmunitarios y acelera los procesos de recuperación de nuestros tejidos.

La felicidad en suma, conlleva tener relaciones más plenas con las personas que nos rodean y con nosotras o nosotros mismos, encontrar profesiones y proyectos más satisfactorios, y llevar una vida más larga y saludable.

Y una cosa más: tal y como la depresión, la melancolía, la ira, el estrés o la ansiedad, la felicidad también es contagiosa. Así que si no he logrado convencerte de ser feliz para ti mismo o para ti misma, piensa en los demás que conviven estrechamente contigo a quienes puedes contagiar con esa tremenda felicidad tan terrible. Porque finalmente, uno como quiera, pero ¿…y las criaturas?

…qué alguien piense en los niños¡!

Ya en serio, ¿no te encantaría ser una Embajadora o Embajador de la Felicidad entre tu familia, amigos y compañeros del trabajo?

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